Un bocadillo de tortilla…
esa fue mi cena del pasado viernes…
pero no un bocadillo cualquiera…
no…
Mi bocadillo, contenía mucho amor…
se hizo con tiempo y dedicación…
bocadillo con intención…
Algunos momentos no los podemos cambiar…
pero si los podemos endulzar, alegrar y animar…
y estos pequeños detalles…
hacen que la vida merezca la pena…
personas que tienen el poder de transformar…
lo cotidiano en extraordinario…
Que suerte…
Vivir y Compartir con ellas…
😉